Generalmente adquieren una característica forma cónica que es formada por la presión del magma subterráneo así como de la acumulación de material de erupciones anteriores. Encima del volcán podemos encontrar su cráter o caldera.
Los volcanes se pueden encontrar en la Tierra así como en otros planetas y satélites, algunos de los cuales están formados de materiales que consideramos "fríos"; estos son los criovolcanes. Es decir, en ellos el hielo actúa como roca mientras la fría agua líquida interna actúa como el magma; esto ocurre -por ejemplo- en la fría luna de Júpiter llamada Europa.

Los volcanes pueden tener muchas formas al igual que producir variados productos. Algunas formas comunes son las de estratovolcán, cono de escoria, caldera volcánica y volcán en escudo. Existen volcánes submarinos así como otros que alcanzan alturas sobre los 6000 metros sobre le nivel del mar. Los volcanes submarinos son particularmente numerosos al ubicarse una gran catidad de ellos a lo largo de las dorsales oceánicas.
El volcán más alto del mundo es el Nevado Ojos del Salado, en Argentina y Chile, siendo además la segunda cumbre más alta de los hemisferios Sur y Occidental (sólo superado por el también argentino Cerro Aconcagua).